El lado oscuro de la Luna”, una de las decepciones más dolorosas del 2011. Michael Bay (director), Steven Spielberg (productor), Ehren Kruger (guionista) y toda la compañía no han aprendido la lección. Han confundido el ‘
lo más grande’ con el ‘más grande’ a secas, y en ese diminuto artículo inicial va una diferencia tan abismal como para salvar o condenar una producción como esta. Un “TF3” que tenía que haber sido lo más grande, y ha acabado siendo simplemente más grande que su antecesora. Y por ahí no. Por ahí no se puede pasar. Aún gracias por las gafitas estereoscópicas, que obligan al espectador a desembolsar los desorbitados precios de una entrada de cine: sólo hay una manera de ver este producto, y es en la pantalla más grande del multisalas con la más avanzada tecnología. Condenados estamos: toca tragarse una de las mayores tragedias neuronales del cine reciente para asistir a su espectáculo visual más hermoso.
Y es que se puede decir más alto pero no más claro: lo nuevo de Michael Bay es una mierda, con todas sus letras. Dos horas y treinta y siete minutos de suplicio, de asesinato al buen gusto cinematográfico, de frenar las irresistibles ganas de huir del cine ante el peligro de acabar con serios trastornos mentales. Cierto, ya no están los transformers raperos con dientes de oro. En su lugar hay otros dos bichitos, más pequeños y más irritantes si cabe. Ya no hay tantas tonterías saliendo de la boca de Sam Witwicky (Shia LaBeouf) y sus padres (Julie White y Kevin Dunn), ahora hay una sucesión casi infinita de actores diciéndolas aún más gordas, aún más vergonzosas (John Malkovich, Frances McDormand, Ken Jeong, Patrick Dempsey…). Adiós al apartado más endeble del reparto de la saga (Megan Fox), hola a una
actriz (Rosie Huntington-Whiteley) capaz de hacer que echemos de menos a su predecesora. Y no, ya no se aprecian esos sentimientos de ira absoluta por parte del espectador, ahora se sustituyen por bostezos descontrolados y la tentación de echar una siesta después de otra. “TF 3” tiene un argumento terrible y un guión escrito con los pies, pero es tan rematadamente aburrida que uno casi ni se da cuenta de ello. Casi. No se escapan de la guillotina las primeras casi dos horas de
gags subnormales y de actores perdiendo su dignidad a base de payasadas inenarrables, ni las incongruencias que colocan a un personaje ahora aquí ahora en un punto distinto de la acción, la volatilidad de los decepticons (robots que resultan tan imposibles de matar a veces, como más endebles que un extra cualquiera otras), los ridículos momentos-videoclip, o el despropósito de su argumento así en general. Que lo de jugar con que los robots alienígenas fueron la verdadera motivación de los viajes a la Luna está muy bien, pero todo eso se cuenta antes incluso de que aparezca el título del film, y desde ahí en adelante hay… nada, la nadería más absoluta.
esta peli si ha de estar a lo bestia.... PR
ResponderEliminarEsta pelicula es demasiado larga....
ResponderEliminarEs buena pero me dormi en esta pelicula....
ResponderEliminarEstubo buena la pelicula pero es verdad es muy larga para mi gusto.
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